La Llenura del Espíritu
Santo
Mucho
se habla de llenura del Espíritu Santo y de que cada día más la gente está
recibiendo esta bendición, sin embargo cada vez más hay carnalidades en las
congregaciones, divisiones y deserciones de la gente que dice haber recibido la
llenura del Espíritu en un retiro o culto. Países como Guatemala que
estadísticamente rebasamos el 30% de cristianos vivimos en decadencia moral, en
un aumento de violencia y de jóvenes frecuentando antros y consumiendo drogas.
A lo mejor no tenemos claro lo que significa la llenura del Espíritu Santo y
sus efectos.
Estudiemos
los efectos que deben acontecer a las personas que son llenas del Espíritu.
NOS MINISTRA UN LENGUAJE
CODIFICADO
Hech.
2:4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar
en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Una de
las bendiciones recibidas en la llenura del Espíritu Santo es que podemos
expresarnos con Dios en un lenguaje codificado (en otras lenguas) ya que nos
cuesta en nuestra humanidad caída pedir como conviene, o interceder de acuerdo
a lo que el Espíritu prevé. Esta forma de petición ni siquiera la comprende el
que está orando pues por el Espíritu habla misterios para con Dios. Todo lo que
el Espíritu ora al Padre en nuestro espíritu de seguro tendrá su fiel
respuesta.
NOS DA LA FACULTAD DE
HABLAR CON DENUEDO
Hech.
4:31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados
tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la
palabra de Dios.
Una de
las consecuencias que conlleva la llenura del Espíritu Santo es que quien la
recibe habla de la Palabra de Dios (no necesariamente en un pulpito) con
denuedo, y el denuedo es valor, es decisión, es ánimo. Para ver en una persona
la llenura del Espíritu solo basta observar cuánto y cómo habla de la palabra y
sus vivencias en Cristo a otras personas pues nadie que ha gustado la
benignidad del Señor puede callar. Como aquella mujer samaritana pues cuando
encontró a Jesús dejó tirado el cántaro que ya no le iba a servir pues ahora
llevaba la fuente en su interior con ríos de agua viva; ella entró a la ciudad
con denuedo y persuadió a sus correligionarios a buscar al que le estaba suministrando
la vida eterna.
DENUNCIA EL PECADO
Miq.
3:8 Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y
de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.
Una de
las manifestaciones de la llenura es que sin temor y sin acusación denuncia el
pecado, esta denuncia no es para enjuiciar sino para provocar en el oyente un
espíritu de arrepentimiento. Al final lo que Dios quiere es que nadie perezca
sino que todos procedan al arrepentimiento.
Nadie
puede denunciar el pecado si primero no ha examinado y retirado de su ojo la
viga que tiene en frente, pero en la llenura del Espíritu Pedro se atrevió a
denunciar el pecado de los que se aglomeraron en el aposento alto, lejos de
conseguir un mala reacción en la gente que estaba siendo confrontada con su
pecado logró el compungimiento de corazón de los mismos y la interrogante:
varones hermanos qué haremos y desde luego el que denuncia el pecado debe tener
a la mano la medicina, Pedro dijo: arrepentíos y convertíos. Siempre hay un
remedio contra el pecado.
PONE LA MIRADA EN EL CIELO
Hech
7:55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el
cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios.
Podemos
ver que la llenura del Espíritu hace que levantemos la mirada al cielo en los
momentos de dificultad, el joven Esteban levanta la mirada en el momento en el
cual sus detractores lo están acusando, y viviendo un momento difícil de su
vida, como que se conecta a otra dimensión donde lo que está alrededor deja de
ser lo importante y lo importante es la gloria de Dios y la persona de Jesús.
Cuando una persona tiene problemas y tiene la llenura del Espíritu cambia los
enfoques y vive en paz en medio de la tormenta, desierto o tribulación.
La
llenura del Espíritu nos hace desvalorar lo terrenal frente a lo eterno y
disfrutar la eternidad en el tiempo presente, Pablo le dijo a Timoteo echa mano
de la vida eterna.
PERDONA LAS OFENSAS
Hech.
7:59-60 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor
Jesús, recibe mi espíritu. 60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz:
Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
Cómo
poder decir que tenemos la llenura del Espíritu si no perdonamos a los que nos
ofenden, pero cuando alguien está lleno del Señor tiene la habilidad y
facilidad de perdonar, y el que perdona destruye el pasado para que no se
convierta en argumento en el futuro de discusión, ni siquiera vuelve a
mencionar el pasado para análisis pues ya fue juzgado y perdonado. En la
llenura del Espíritu Jesús perdonó a los que les crucificaron.
RECIBE LIBERACIÓN
Hech.
9:17-18 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las
manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por
donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu
Santo. 18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al
instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
Cuando
Saulo recibió la llenura del Espíritu inmediatamente fue liberado del espíritu
religioso y legalista para poder contemplar la gloria del evangelio y las
verdades ocultas de la palabra. Muchas veces cuando alguien es liberado de
alguna opresión espiritual expulsa del cuerpo algo, esto es un misterio pero
hay que tomarlo en cuenta para que cuando alguien sienta en medio de una
ministración deseos de expulsar algo lo considere y toma libertad sin reservas.
RECONOCE LOS DELEGADOS DE
DIOS
Lc.
1:41-43 Y aconteció que cuando oyó Elisabeth la salutación de María, la
criatura saltó en su vientre; y Elisabeth fue llena del Espíritu Santo,
42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito
el fruto de tu vientre. 43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre
de mi Señor venga a mí?
Cuando
alguien es lleno del Espíritu se le activa el discernimiento para identificar
los delegados de Dios y reconocerlos para bendecirlos. Cómo necesitamos la
llenura en este tiempo de tanta falsedad de hombres disfrazados de ministros de
justicia cuando son esclavos del pecado.
Los
hombres llenos del Espíritu ven como una bienaventuranza el hospedar y recibir
en casa a los delegados y ministros del Espíritu
Si estos fueron los
efectos en los hombres que recibieron la llenura del Espíritu en sus vidas no
podemos esperar diferentes efectos en los hombres que hoy decimos estar en la
llenura de su Santo Espíritu.
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